Habría que ver dos partes. La del destino individual, y el destino colectivo. Lo primero será en primera persona, y lo segundo en tantas, que se me antoja harto complicado vestirlo de forma mínimamente acertada.
Pruébalo tu mismo. Puede que sospeches que tengas un destino personal, que de alguna forma lo intuyas. Puede que lo sepas incluso, o puede que lo niegues.
En cuanto al destino de un grupo pequeño de personas, aún puede que sientas o sepas o niegues lo mismo, pero tan pronto que llegues a englobar a mil billones de millones de seres, se acabó la aventura de elegir vestido.
Eso es tan esclarecedor como saber el destino global, lo intuyas, sepas o niegues.
En cuanto al destino personal, solo puedo hablarte del mío, y de algunos de seres vivos que he conocido. Para empezar, no es un solo destino. Sería ridículo todo el gasto energético de una vida para cumplir con una sola cosa. Para seguir, son tantos mis destinos, que solo puedo mostrarte algunos. Quizá el más interesante para iniciar esta parte es el que reconozco que yo no estoy destinado, ni que me han enviado o me haya enviado, ni que me sienta destinado de alguna forma. Aún así, prefiero usar inicialmente esa palabra de «destino», para que nos sea más cómodo comunicarnos.
Más que destinos, son cosas que hago posible aquí. Cómo ya viste en el capítulo anterior a este, los seres vivos hacen cosas, desde lo más rudimentario hasta lo más extravagante. La interpretación de esos actos requiere una visión bastante amplia, so pena de incurrir en el error de tildarlos de demasiado básicos. Por ejemplo, ese chico del capítulo anterior no estaba jugando en el bosque (aunque sí lo hizo). Estaba preparando la caída de todo un imperio de terror y horror. Así que, conviene no fijarse demasiado en interpretaciones estereotipadas.
Digámoslo así: tu puede que te veas en el metro o autobus, en el coche o andando … pero en cuanto a los destinos o cosas que haces posibles, eso no describe nada.
Hay cosas obvías, las del mundo visible, que sabemos hacer. Puede que se trate de saberse atar los zapatos. Puede que sepamos sumar números entre sí. Es posible que nos sea relativamente fácil acordarnos de fechas señaladas o de algunos hechos acontecidos en nuestra vida.
Luego están las cosas del mundo invisible, como lo de aquel chico en el capítulo anterior. Ese simplemente es como es, y cuando es así, cambia a todos y todo que pase cerca de el.
Pero esa sólo es la primera capa de la invisibilidad. Hay otras más. Si me paro a pensar un poco, hay más cosas que sabemos hacer sin que lo sepamos, que cosas que hacemos sabiendo que las hacemos.
Así que, yo diría que una gran parte de mi destino más obvío es como una piel porosa. Las demás cosas de mi destino fluyen dentro y fuera de esa piel. La piel es una sola capa, como es la nitidez. Fijarse solo en lo nítido es perderse los millones de mundos que están desenfocados.
Es fácil adueñarse del mundo visible y obvío. Es facilísimo adoctrinar las partes que tenemos conectadas al mundo visible. Es de simplones, de hecho. Sólo un simplón, incapaz de ver más allá de su piel y ombligo se adueñará del mundo visible, de sus habitantes, de sus colegas en la aventura de vivir.
No escuches más a los simplones. Cuídalos para que no se hagan demasiado daño entre ellos.
Nunca sabrás cuales han sido tus destinos o cosas que hayas sabido hacer. Lo único que experimentarás es notar como vas descubriendo algunos. Verás hilos que conectan con otros hilos, cosas que de repente tienen un sentido muy especial para ti. Esas experiencias son maravillosas. Te hacen sentirte especial, única/único, con un sentido de tu existencia en vez de un sinvivir. Ninguna es mejor que otra, todas son increíbles. No se suman, pero una sola es como todas juntas.
He dicho … nunca. Eso era para que te relajaras y no te obsesionaras con saber todos tus destinos o cosas que sepas hacer. Hay un momento también para eso, pero este mundo visible hace las cosas de forma secuencial, es decir una cosa tras otra, y no todo al mismo tiempo. El mundo invisible lo hace todo a la vez. Tu parte invisible hace todo a la vez. Tus incontables partes hacen todo a la vez.
Disfruta del mundo secuencial. Observa al tiempo, juega con el. Explora lo infinito que se puede volver, déjate caer en ese mar de infinitas secuencias, de cosas dentro de cosas dentro de cosas dentro de cosas y dentro de cosas que dentro tienen cosas y más cosas…
Es seguro que no querrás hacer otra cosa, una vez que la hayas probado. Nadie quiere volver a ser simplona o simplón, porque en esa fase ni siquiera supiste de lo programado y previsible que íbas por el estrechísimo margen al que te agarrabas por obligación.
Ahora lo sabes. Eso, y mucho más. Al soltar ese margen y dejarte libre.
Una de las experiencias prometedoras como fascinantes es observar como actúan los destinos-habilidades de otros en nosotros. Reconocer esos toques que nos dan, es comprender que cualquier tipo de cambio requiere energías distintas. El poder expresarnos nos sitúa lejos de las vías estériles, y lo que estuvo a punto de revelarsenos encuentra fácil salida.
En el mundo visible, eso no se duda. La cooperación, el diálogo, el trabajo en equipo, el cuidar unos de otros. Esas son las garantías de un mundo visible aguantable. Extrañamente, el mundo visible lo reconoce, pero apenas lo practica.
En el mundo invisible nada funciona sin esas garantías. Son omnipresentes como omniconductores. Funciona en el mundo invisible, porque no hay liderazgo. No funciona en el mundo visible, porque hay liderazgo. Lo que caracteriza a todo líder es que no quiere compartir, y eso hunde a cualquier intención de unión.
Aléjate de quienes pretenden liderarte, reconócelos por sus prácticas antisociales. Un equipo sin líder irá despacio comparado con otros tradicionalmente infectadas por esas figuras, lamentables en su afán de dominación.
Un equipo sin líder Irá despacio, pero irá sin parar. Obtendrá menos, pero obtendrá sin límite de tiempo. Resolverá poco, pero fundamentará el porvenir de todas las generaciones venideras.
No olvides tampoco que eres tu mismo un gran equipo. Son billones de seres que habitan en tu cuerpo, y si aprendes a compartirlo en vez de dominarlo, podrás explorar caminos y sensaciones lejos de ser un mediocre líder viviendo a costa de los demás.
Mucho se ha hablado que lo de negativo y positivo es una forma errónea de ver las cosas, y que lo del bien y del mal es un formato limitado de aproximación a cualquier situación. A menudo olvidamos, que eso mismo es parte de la negatividad. Negarse a si misma, dejar ver que no existe realmente, un deporte favorito de la misma. Le gusta verse englobada en algo mayor, como algo necesario.
Bueno, tengan ustedes las opiniones que tengan al respeto, yo sí sé que ser una persona o ser vivo amable, cuidadoso, respetuoso, concentrado, diligente, preciso, agradable, atento, humilde, amoroso, bondadoso, brillante, espléndido, cooperante, comunicativo, inteligente, intuitivo, genial, dispuesto, motivante, emotivo, aliviante, flexible, balsámico, sabio, honrado, intelectual, emocional, equilibrado, pacífico, dulce, sanador, visionario, comprensivo, regenerador, creador, reparador, solucionador, silencioso, sigiloso, preciado y precioso, cándido, refrescante, sintiente, reconfortante, mágico, instintivo, animalesco, animado, elegante, común, especial, social, relajado, abrazante, completo, congeniante, fluido, virante, girante, fluctuante, fino, natural, consciente, activo, afable, transformador, transmutador, catalizador, optimista, perseverante, original, previsor, capaz, resistente, risueño, incansable, lúcido, luminoso, vigilante, tenaz, sutil, dedicado, seguro, protector, dúctil, brillante y paciente… es una persona que no parece posible en este mundo. Eso es, porque este mundo es básicamente negativo, desde las cargas eléctricas, los electrones y campos de fuerzas hasta el día a día de cualquier comunidad de seres vivos que lo habitan.
También les puedo decir que hay un mundo dónde el mínimo de todo ser vivo es diez veces esa lista de adjetivos positivos. Nace así en ese mundo positivo. Lo que aquí aprendemos con grandes dificultades, ahí es dado de entrada.
Una sola persona, o ser vivo de ese mundo positivo cambia todo en el mundo negativo. Lo negativo se atribuye a que siempre existe la misma cantidad de ella frente a la positividad, pero eso lo cuenta para tranquilizarse a si misma. En realidad, un sólo ser positivo cambia a billones de seres negativos a cargas menores de negatividad.
Hasta hoy, los seres negativos han intentado entrar una y otra vez en el mundo positivo. Siguen intentándolo, porque creen que lo pueden conquistar.
No desean, ni quieren saber que están siendo cambiados, y que sólo siendo positivos accederán.
Día tras día, son cambiados, digan y hagan lo que quieran.
Pronto acabará de transformarse toda la negatividad. Sí, precisamente ahora, cuando parece que lo tiene ocupado todo.
Siempre es así cuando la negatividad se concentra en su último intento de no perder su signo.
com1 cap6. reserva de espacio.
Habría que ver dos partes. La del destino individual, y el destino colectivo. Lo primero será en primera persona, y lo segundo en tantas, que se me antoja harto complicado vestirlo de forma mínimamente acertada.
Pruébalo tu mismo. Puede que sospeches que tengas un destino personal, que de alguna forma lo intuyas. Puede que lo sepas incluso, o puede que lo niegues.
En cuanto al destino de un grupo pequeño de personas, aún puede que sientas o sepas o niegues lo mismo, pero tan pronto que llegues a englobar a mil billones de millones de seres, se acabó la aventura de elegir vestido.
Eso es tan esclarecedor como saber el destino global, lo intuyas, sepas o niegues.
En cuanto al destino personal, solo puedo hablarte del mío, y de algunos de seres vivos que he conocido. Para empezar, no es un solo destino. Sería ridículo todo el gasto energético de una vida para cumplir con una sola cosa. Para seguir, son tantos mis destinos, que solo puedo mostrarte algunos. Quizá el más interesante para iniciar esta parte es el que reconozco que yo no estoy destinado, ni que me han enviado o me haya enviado, ni que me sienta destinado de alguna forma. Aún así, prefiero usar inicialmente esa palabra de «destino», para que nos sea más cómodo comunicarnos.
Más que destinos, son cosas que hago posible aquí. Cómo ya viste en el capítulo anterior a este, los seres vivos hacen cosas, desde lo más rudimentario hasta lo más extravagante. La interpretación de esos actos requiere una visión bastante amplia, so pena de incurrir en el error de tildarlos de demasiado básicos. Por ejemplo, ese chico del capítulo anterior no estaba jugando en el bosque (aunque sí lo hizo). Estaba preparando la caída de todo un imperio de terror y horror. Así que, conviene no fijarse demasiado en interpretaciones estereotipadas.
Digámoslo así: tu puede que te veas en el metro o autobus, en el coche o andando … pero en cuanto a los destinos o cosas que haces posibles, eso no describe nada.
Hay cosas obvías, las del mundo visible, que sabemos hacer. Puede que se trate de saberse atar los zapatos. Puede que sepamos sumar números entre sí. Es posible que nos sea relativamente fácil acordarnos de fechas señaladas o de algunos hechos acontecidos en nuestra vida.
Luego están las cosas del mundo invisible, como lo de aquel chico en el capítulo anterior. Ese simplemente es como es, y cuando es así, cambia a todos y todo que pase cerca de el.
Pero esa sólo es la primera capa de la invisibilidad. Hay otras más. Si me paro a pensar un poco, hay más cosas que sabemos hacer sin que lo sepamos, que cosas que hacemos sabiendo que las hacemos.
Así que, yo diría que una gran parte de mi destino más obvío es como una piel porosa. Las demás cosas de mi destino fluyen dentro y fuera de esa piel. La piel es una sola capa, como es la nitidez. Fijarse solo en lo nítido es perderse los millones de mundos que están desenfocados.
Es fácil adueñarse del mundo visible y obvío. Es facilísimo adoctrinar las partes que tenemos conectadas al mundo visible. Es de simplones, de hecho. Sólo un simplón, incapaz de ver más allá de su piel y ombligo se adueñará del mundo visible, de sus habitantes, de sus colegas en la aventura de vivir.
No escuches más a los simplones. Cuídalos para que no se hagan demasiado daño entre ellos.
Nunca sabrás cuales han sido tus destinos o cosas que hayas sabido hacer. Lo único que experimentarás es notar como vas descubriendo algunos. Verás hilos que conectan con otros hilos, cosas que de repente tienen un sentido muy especial para ti. Esas experiencias son maravillosas. Te hacen sentirte especial, única/único, con un sentido de tu existencia en vez de un sinvivir. Ninguna es mejor que otra, todas son increíbles. No se suman, pero una sola es como todas juntas.
He dicho … nunca. Eso era para que te relajaras y no te obsesionaras con saber todos tus destinos o cosas que sepas hacer. Hay un momento también para eso, pero este mundo visible hace las cosas de forma secuencial, es decir una cosa tras otra, y no todo al mismo tiempo. El mundo invisible lo hace todo a la vez. Tu parte invisible hace todo a la vez. Tus incontables partes hacen todo a la vez.
Disfruta del mundo secuencial. Observa al tiempo, juega con el. Explora lo infinito que se puede volver, déjate caer en ese mar de infinitas secuencias, de cosas dentro de cosas dentro de cosas dentro de cosas y dentro de cosas que dentro tienen cosas y más cosas…
Es seguro que no querrás hacer otra cosa, una vez que la hayas probado. Nadie quiere volver a ser simplona o simplón, porque en esa fase ni siquiera supiste de lo programado y previsible que íbas por el estrechísimo margen al que te agarrabas por obligación.
Ahora lo sabes. Eso, y mucho más. Al soltar ese margen y dejarte libre.
Enseña lo que vas aprendiendo. Harás feliz.
Una de las experiencias prometedoras como fascinantes es observar como actúan los destinos-habilidades de otros en nosotros. Reconocer esos toques que nos dan, es comprender que cualquier tipo de cambio requiere energías distintas. El poder expresarnos nos sitúa lejos de las vías estériles, y lo que estuvo a punto de revelarsenos encuentra fácil salida.
En el mundo visible, eso no se duda. La cooperación, el diálogo, el trabajo en equipo, el cuidar unos de otros. Esas son las garantías de un mundo visible aguantable. Extrañamente, el mundo visible lo reconoce, pero apenas lo practica.
En el mundo invisible nada funciona sin esas garantías. Son omnipresentes como omniconductores. Funciona en el mundo invisible, porque no hay liderazgo. No funciona en el mundo visible, porque hay liderazgo. Lo que caracteriza a todo líder es que no quiere compartir, y eso hunde a cualquier intención de unión.
Aléjate de quienes pretenden liderarte, reconócelos por sus prácticas antisociales. Un equipo sin líder irá despacio comparado con otros tradicionalmente infectadas por esas figuras, lamentables en su afán de dominación.
Un equipo sin líder Irá despacio, pero irá sin parar. Obtendrá menos, pero obtendrá sin límite de tiempo. Resolverá poco, pero fundamentará el porvenir de todas las generaciones venideras.
No olvides tampoco que eres tu mismo un gran equipo. Son billones de seres que habitan en tu cuerpo, y si aprendes a compartirlo en vez de dominarlo, podrás explorar caminos y sensaciones lejos de ser un mediocre líder viviendo a costa de los demás.
Mucho se ha hablado que lo de negativo y positivo es una forma errónea de ver las cosas, y que lo del bien y del mal es un formato limitado de aproximación a cualquier situación. A menudo olvidamos, que eso mismo es parte de la negatividad. Negarse a si misma, dejar ver que no existe realmente, un deporte favorito de la misma. Le gusta verse englobada en algo mayor, como algo necesario.
Bueno, tengan ustedes las opiniones que tengan al respeto, yo sí sé que ser una persona o ser vivo amable, cuidadoso, respetuoso, concentrado, diligente, preciso, agradable, atento, humilde, amoroso, bondadoso, brillante, espléndido, cooperante, comunicativo, inteligente, intuitivo, genial, dispuesto, motivante, emotivo, aliviante, flexible, balsámico, sabio, honrado, intelectual, emocional, equilibrado, pacífico, dulce, sanador, visionario, comprensivo, regenerador, creador, reparador, solucionador, silencioso, sigiloso, preciado y precioso, cándido, refrescante, sintiente, reconfortante, mágico, instintivo, animalesco, animado, elegante, común, especial, social, relajado, abrazante, completo, congeniante, fluido, virante, girante, fluctuante, fino, natural, consciente, activo, afable, transformador, transmutador, catalizador, optimista, perseverante, original, previsor, capaz, resistente, risueño, incansable, lúcido, luminoso, vigilante, tenaz, sutil, dedicado, seguro, protector, dúctil, brillante y paciente… es una persona que no parece posible en este mundo. Eso es, porque este mundo es básicamente negativo, desde las cargas eléctricas, los electrones y campos de fuerzas hasta el día a día de cualquier comunidad de seres vivos que lo habitan.
También les puedo decir que hay un mundo dónde el mínimo de todo ser vivo es diez veces esa lista de adjetivos positivos. Nace así en ese mundo positivo. Lo que aquí aprendemos con grandes dificultades, ahí es dado de entrada.
Una sola persona, o ser vivo de ese mundo positivo cambia todo en el mundo negativo. Lo negativo se atribuye a que siempre existe la misma cantidad de ella frente a la positividad, pero eso lo cuenta para tranquilizarse a si misma. En realidad, un sólo ser positivo cambia a billones de seres negativos a cargas menores de negatividad.
Hasta hoy, los seres negativos han intentado entrar una y otra vez en el mundo positivo. Siguen intentándolo, porque creen que lo pueden conquistar.
No desean, ni quieren saber que están siendo cambiados, y que sólo siendo positivos accederán.
Día tras día, son cambiados, digan y hagan lo que quieran.
Pronto acabará de transformarse toda la negatividad. Sí, precisamente ahora, cuando parece que lo tiene ocupado todo.
Siempre es así cuando la negatividad se concentra en su último intento de no perder su signo.
com2 cap6. reserva de espacio y fin del capítulo.